Sabemos que los primeros discípulos de Jesús y los innumerables que siguieron su ejemplo en la misión de la Iglesia primitiva dependían de la hospitalidad de los compañeros cristianos a lo largo del camino. Pero sí necesitaban alimentos para su viaje, y quizás a menudo aceptaban sólo pan y agua.

También necesitaban alimento espiritual en esta misión tan importante de difundir la Buena Nueva de Jesús por los pueblos y aldeas: “El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4, 4). Estas palabras son tan ciertas para nosotros como lo fueron para los primeros discípulos que Jesús envió. Seguimos los pasos de Jesús alimentándonos con tanto la Escritura como la Eucaristía. Además, fortificamos nuestros cuerpos con el pan de cada día.

Después de uno de los viajes misioneros de los discípulos, Jesús les dijo: “Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco” (Mc 6, 31). Nuestro trabajo es importante, pero también lo es nuestro descanso. Dedica algo de tiempo este verano a bajar el ritmo y escaparte a un lugar con amigos y familiares para disfrutar de la generosidad del verano con este bocadillo de tomate de aspecto delicioso. Es sencillo, pero satisfactorio.

No hay muchos alimentos que puedan competir con la deliciosa sencillez de un tomate maduro rebosante del sabor del verano. Tanto si se trata de un robusto tomate Beefsteak, que requiere dos manos para sostener su pesada delicia, como de un pequeño tomate cherry exquisitamente dulce, hay una alegría en esta versátil fruta que canta a la felicidad estival.

Como la mayoría de las frutas y verduras, los tomates se pueden encontrar todo el año en el supermercado, pero los aficionados al tomate saben que el del supermercado no se puede comparar con uno cultivado en huertos o campos calentados en la vid por el sol del verano.

¡Disfruta de esta delicia veraniega mientras fortaleces cuerpo y alma para el viaje!